MANUEL ANTONIO(del 25 al 27 / 8 / 2012) |
Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella
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Imagen de una lapa roja (Ara macao), entre el P. N. de Carara y la población de Jacó
Tras el desayuno en el Volcano Lodge, con un último disfrute de la vista del Arenal, salimos temprano para efectuar el traslado más largo de todos los que íbamos a realizar. Para ello, rodeamos toda la Laguna Arenal, con un paisaje espectacular, hasta Tilarán y Cañas, para tomar la carretera Panamericana, lo que nos permitió ver otro paisaje, el de la región de Guanacaste, con pastos, vacas, etc. Más tarde, nos dirijimos a Puntarenas, Jacó, Quepos y, finalmente, el Parque Nacional de Manuel Antonio. Para comer, paramos en un sitio tradicional: el río Tárcoles, con sus enormes cocodrilos, que se han convertido en todo un icono turístico. La idea inicial era hacer una parada en el Parque Nacional de Carara, para probar suerte y ver unas lapas rojas (Ara macao), pero nos pilló una buena tormenta, y decidimos dejarlo para otra ocasión. Más adelante, cerca de Jacó, tuvimos la suerte de encontarnos con un grupo de 10-15 guacamayas rojas, y pasamos un buen rato disfrutando de sus vuelos y acrobacias.
Desde lo alto de puenta sobre el río Tárcoles, se divisa esta vista.
Un detalle de uno de los famosos cocodrilos (Cocodrylus acutus) del río Tárcoles
Un verdadero árbol de Navidad tropical
Las acrobacias y piruetas en vuelo de estas simpáticas aves, que se encuentran amenazadas, son increibles
El contraste del colorido de las lapas rojas con la selva verde, produce unas imágenes preciosas e inolvidables
El parque nacional Manuel Antonio es uno de los destinos turísticos más famosos de Costa Rica, gracias a su fácil acceso y variedad de servicios, incluyendo todo tipo de comidas y alojamientos y su gran variedad de flora y fauna en un lugar tan pequeño, por lo que el parque se encuentra entre los más visitados del país. Por ello, quizás, es un destino que, sin dejar de tener su interés, puede decepcionar un poco por su masificación. Una manera de suavizarlo, es no alojarse en las inmediaciones del parque, sino alejarse un poco del mismo. Con esa idea, decidimos alojarnos en el lodge La Foresta Nature Resort. Se trata de un alojamiento muy correcto, que tiene una ventaja y a la vez inconveniente. Se encuentra junto a la carretera que conduce al sur, por lo que es de fácil acceso, pero también hay que tener en cuenta el ruído del tráfico. Sabiendo esto, no puede pasarse por alto que la finca cuenta con 180 acres de selva vírgen, en la que puede verse mucha fauna, en algunos casos, hasta más fácilmente que en el propio parque. Por otro lado, el P. N. de Manuel Antonio está a escasos Km del hotel. En la finca de la Foresta, tuvimos uno de los momentos álgidos del viaje, cuando Oriol y yo vimos, ya casi de noche, una nutria nadando en el río que cruza la propiedad. Inolvidable Un aspecto de la recepción de La Foresta Nature resort, de inspiración africana.
Fachada de nuestro bungalow, rodeado de vegetación exhuberante
La habitación de los chicos
Una mariposa buho (Caligo sp.), en la selva propiedad del lodge, poco después de que viéramos la nutria, ya de noche
La selva de la Foresta es increíble, muy húmeda y con muchos hongos.
Volviendo al Parque de Manuel Antonio, cuenta con uno de los paisajes más bellos del país, con varias ensenadas con múltipes playas de arenas blancas, con bosques húmedos tropicales, que llegan hasta el mar, con una gran biodiversidad terrestre y marina, con buenos arrecifes coralinos. En el parque hay manchas de bosque primario y estupendos manglares. La fauna más fácil de observar son los pizotes, las guatuzas y los monos carablanca, así como el perezoso de dos dedos. Destaca el amenazado mono tití, que no tuvimos la suerte de ver. Las aves y reptiles son numerosos, así como los insectos. Veamos unas imágenes:
Un insecto palo (Calynda sp.) camuflado entre la vegetación del parque.
Escondida entre la maleza, descubrimos una hembra de guatuza (Dasyprocta punctata)
Los hongos proliferan en Manuel Antonio. En la imagen, ejemplares de Dacryopinax spathularia
Miquel Àngel jr. disfrutando del Pacífico en la solitaria playa de Manuel Antonio.
Los chavales disfrutando de las olas del pacífico en la playa de Manuel Antonio.
Un pequeño tómbolo de camino hacia la playa de Espadilla Sur
Ya en un restaurante terraza en la playa de Espadilla Norte, Oriol pudo captar a este simpático periquito (Brotogeris jugularis), que puso música de fondo a la comida.
Ya de regreso hacia la foresta, cerca de Quepos, tuvimos la suerte de ver muy de cerca a este perezoso de tres dedos (Bradypus variegatus).
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