MONTEREY

(del 29 al 31 / 8 / 2015)

 

 

Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella

 

 

Una nutria marina (Enhydra lutris), desayunando tranquilamente en el puerto de Monterey

 

El 29-8-2015, por la mañana, tras desayunar en Yosemite, cogimos de nuevo el Jeep Cherokee en dirección al Océano Pacífico. Nuestro destino era la ciudad de Monterey, a unas 4 horas (320 km). De camino, el pasisaje va cambiando de nuevo, y no tardaremos en ver viñedos o plantaciones de fresas. A unas 3 horas de camino, llegamos a la misión de San Juan Bautista, que será nuestra primera parada. Pero antes de la visita, hay que reponer fuerzas, y lo hacemos en The Pizza Factory, en la calle Alameda de San Juan Bautista. Fue quizás el único día que comimos en un establecimiento de una cadena, pero la verdad es que muy bien, y los chicos se lo pasaron bomba con las máquinas de videojuegos clásicos del local.

La Misión de San Juan Bautista fue fundada el 24 de junio de 1797 por el franciscano español Fermín Lasuén, y fue la 15ª misión española de California, dando a la postre su nombre a la localidad que la rodea. Alrededor de la misión, pueden visitarse otros edificios históricos, como la casa de José Castro, las barracas de los soldados o el convento. Tiene un museo muy interesante. En todo caso, la visita tiene otra vertiente, la cinematográfica, ya que allí se filmaron las escenas más recordadas de la película "Vértigo", una de las mejores obras de Alfred Hitchcock, con los inolvidables James Stewart y KIm Novak. Eso sí, la torre que aparecía en el film era un truco de Hollywood, ya que nunca existió.

 

Imagen exterior de la misión, donde puede verse que la famosa torre del campanario de la película "Vértigo", no existe

 

 

Interior de la iglesia de la misión, con el típico colorido colonial.

 

 

Tras la visita, regresamos a la carretera principal y como teníamos tiempo, decidimos visitar el famoso pueblo de Carmel. Aquí en España, se dio a conocer sobre todo por haber tenido un famoso alcalde, el actor y director Clint Eastwood. El nombre oficial es el de Carmel-by-the-Sea, y se trata de una pequeña población, de a penas 4.000 habitantes, en la costa del Océano Pacífico, y que tiene una atmósfera muy europea, mediterránea. El pueblo está en una colina sobre el mar, y abundan los hoteles, restaurantes y tiendas de lujo. Junto a peleterías y galerías de arte, encontramos bombonerías y anticuarios. Todo un placer para los amantes del lujo. Oriol se lo pasó en grande viendo pasar los coches de los lugareños: Ferrari, Lamborgini, Lotus..... Nada más aparcar y salir del coche, notamos el aroma de la resina de los pinos y la humedad del mar.

Un tentador escaparate de una bombonería en Carmel

 

 

La calle Ocean Avenue de Carmel, por donde transitan los coches más lujosos y deportivos

 

Tras el paseo por Carmel, cogimos de nuevo el coche y nos dispusimos a ir hasta Monterey, pero no sin antes recorrer a la puesta de Sol, la famosa 17 Mille Drive. La ruta de las 17-Millas es un camino escénico entre Pebble Beach y Pacific Grove, en Monterey (California). En su recorrido, veremos campos de golf y suntuosas mansiones, ya que es una zona privada de alto nivel económico. De hecho, la carretera es de peaje, y cuesta 10 $ por vehículo. Si embargo, junto a todo esto, vamos a encontrarnos un conjunto de playas de dunas, salvajes, y una costa salpicada de islotes, con una fauna impresionante, en donde destacan los leones marinos, las focas, las nutrias marinas y sobre todo las aves marinas, sin olvidar que, frecuentemente, se observan varios cetáceos marinos, como ballenas y delfines. En las zonas boscosas que rodean las urbanizaciones, no es nada raro observar mamíferos. En definitiva, contrasta enormemente esa coexistencia entre el lujo y la Naturaleza, que ya sólo por ello, merece la pena recorrerla.

 

Cartel indicador de la fauna de la zona

 

 

Imagen de la Pebble beach, una de las playas salvajes de la 17-mille drive

 

 

Ejemplar de ciervo de cola negra (Odocoileus hemionus columbianus)

 

 

Después de la visita a la 17-mille drive, llegamos a Monterey, y nos dirigimos a nuestro hotel en los próximos dos días: el Days Inn Monterey Downtown. La habitación y la localización, muy bien, aunque el desayuno que está incluído, era demasiado "sencillo".

Monterey es una ciudad costera de unos 32.000 habitantes. Está situada en el extremo sur de la bahía homónima de la costa del océano Pacífico. La ciudad de Monterrey recibe unos 4 millones de turistas al año. Tiene una gran reserva natural marina, dotada de una gran variedad de especies, y en la actualidad es uno de los mejores lugares para el avistamiento de ballenas. La economía se basa principalmente en su turismo, y también en gran medida en la pesca.

Una vez instalados, cogimos el coche y nos fuimos a Cannery Row, donde cenamos en un dinner estilo años 50, el Johnny Rockets, donde comimos unas hamburguesas a ritmo de rock & roll.

 

Imagen exterior del Days Inn Downtown de Monterey

 

 

Al día siguiente, el 30-8-2015, nos esperaba un día intenso. A las 8'30 h. estábamos en el 84 de Hernandinos Wharf, en Fisherman Warf de Monterey, donde tiene su sede la compañía Monterey Bay Whale Watch. Desde el mes de marzo lo teníamos reservado, habiendo escogido la excursión matinal, de unas 3-4 horas, que sale por unos 50 $. Es del todo recomendable, ya que además de cetáceos, pueden verse otros mamíferos marinos y muchas aves. Los barcos son confortables y el personal de a bordo, está especialmente cualificado con la identificación de la fauna, siendo además muy escrupulosos con las normas y el respeto a los animales. En esta época, se suelen ver muchas ballenas jorobadas, y con un poco de suerte, el animal más grande que jamás ha habitado en el planeta: la ballena azul. Esta vez, no tuvimos suerte, pero a pesar de ello, la excursión fue muy positiva, y vimos entre 40 y 50 ballenas jorobadas.

 

En el propio puerto de Monterey, es posible observar abundante fauna, como estos leones marinos (Zalophus californianus)

 

 

En la ruta hacia la bahía de Sta. Cruz, se observan muchas especies de aves marinas, como este charrán (Thalasseus elegans).

 

 

 

Una pareja de risso's dolphin o calderón gris (Grampus griseus)

 

 

Una de las aves más frecuentes en la ruta: el árao californiano (Uria aalge californica)

 

 

Un precioso ejemplar de delfín costero (Delphinus capensis)

 

 

Una pareja de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae), con su particular lomo que les da su nombre popular

 

 

Un nutrido grupo de delfines costeros (Delphinus capensis)

 

 

La visión de la cola de las ballenas jorobadas al sumergirse, es todo un espectáculo

 

 

Tras la excitación de la excursión, se imponía reponer fuerzas, y decidimos probar un restaurante japonés cercano a Fisherman's Warf, el Sapporo. Muy bien. Relación calidad / precio excelente y el comedor con unas bellas vistas del puerto deportivo de Monterey. Tras la comida, fuimos a pasear por Fisherman's Warf. Esta zona de Monterey está siempre muy animada, con multitud de tiendas, bares, restaurantes, empresas de excursiones, heladerías y bombonerías. Muchos establecimientos ofrecen degustaciones de marisco y de la "famosa" sopa de almejas, la clam chowder. En definitiva, este antiguo puerto pesquero, se ha convertido en un o de los puntos turísticos más relevantes de Monterey.

Tras el paseo, decidimos ir al Cannery Row. Esta antigua zona de fábricas de conservas de sardinas, que cerraron a principio de los años 70, es hoy en día un punto de encuentro de hoteles, restaurantes, tiendas y espectáculos, que ofrecen al visitante de Monterey un sinfín de posibilidades. Mientras Anna y Miquel se fueron andando por el borde del mar, dando un buen paseo, Oriol y yo regresamos al coche para aparcarlo en la zona y así tenerlo "a mano", para el regreso, después de cenar. Una vez nos encontramos, decidimos visitar el lugar más importante del Cannery Row: el espectacular acuario de Monterey. Se trata de uno de los mejores acuarios del Mundo, y cuenta con una asistencia anual de cerca de 2 millones de visitantes. Contiene miles de plantas y animales, que representan a 623 especies distintas en exhibición. El acuario se beneficia por una alta circulación de agua fresca del océano, que se obtiene a través de tubos que bombean en forma continua desde la bahía de Monterey. Sin duda alguna, se trata de una visita imprescindible en Monterey.

Tras la visita, de un par de horas, acabamos de pasear por el Cannery Row y decidimos ir a cenar a uno de los sitios más de moda en Monterey, el Hula's Island Grill, en el 622 Lighthouse Ave. Se trata de un local moderno, desenfadado, de ambiente hawaiano, y con una comida de estilo americano, con un toque tropical. A los chicos les encantó !

 

Anna y Oriol en el Fisherman's Warf

 

 

Detalle de la calle principal de Cannery Row

 

 

Anna y los chicos junto a la pecera de las medusas, uno de los puntos fuertes del Monterey Bay Aquarium

 

 

Detalle de la espectacular pecera del Ocean View, con Oriol (a la derecha), para que se aprecie el tamaño de la misma, con cardúmenes de sardinas y uno de los tres tiburones martillo que allí viven. Espectacular !

 

Un detalle de las antiguas fábricas de conservas del Cannery Row al anochecer

 

 

A la mañana siguiente, lunes 31-8-2015, decidimos ir directamente a San Francisco, para aprovechar más el tiempo, pero eso sí, pasando todo lo posible bordeando la costa, ya que ese tramo entre Monterey y San Francisco es muy bello, y encierra lugares muy espectaculares. Sin duda, una ruta para hacer con calma en otra ocasión. Pero antes de salir, se imponía un buen desayuno, por lo que "pasamos" del desayuno incluido, y nos fuimos a probar un local muy cercano, el cafe & bakery The Wild Plum, del 731 de Munras Avenue. Café recién hecho, zumo recién exprimido, huevos ecológicos de granja, pan y pastas recién horneadas..... En resumen: una delicia.

Con las pilas recién cargadas, cogemos el Jeep y tomamos la US 1, bordeando la costa, pasando por Sta. Cruz, Año Nuevo State Park o el Pigeon Point Lighthouse, un lugar precioso, tranquilo, un verdadero balcón al océano Pacífico, donde hicimos una breve pausa en nuestro viaje.

A partir de aquí, llegamos a la ciudad de San Francisco, pero eso será otra historia........

 

 

Anna y Oriol en el Pigeon Lighthouse

 

Desde el faro de Pigeon Lighthouse, se puede divisar abundante fauna marina, tanto mamíferos como aves.

En esta imagen, una pareja de focas (Phoca vitulina)

 

 

 

 

En esta crónica, además de esta etapa, podréis encontrar el siguiente contenido:

 

INTRODUCCION

YELLOWSTONE, N. P.

UTAH & ARIZONA

ROUTE 66, LAS VEGAS & DEATH VALLEY, N. P.

SEQUOIA, N. P. & YOSEMITE, N. P.

SAN FRANCISCO

 

 

 



Las fotografías de este reportaje han sido realizadas con varios equipos:

  • una Nikon D7200 + zoom Nikon 80-400 mm VR, o bien zoom Nikon 12-24 mm (el autor & Oriol)
  • una Nikon coolpix L820 (Miquel Àngel jr.)
  • una Nikon D7100 + zoom Nikon 18-200 mm (Oriol)
  • una Olympus e-pl5 con zoom Olympus 12-24 mm (el autor, en San Francisco)
  • un teléfono Samsung S5 (el autor)

Dichas fotos pertenecen a sus autores respectivos y no pueden ser utilizadas sin el permiso expreso de los mismos.

Cualquier sugerencia será bienvenida a mycena@telefonica.net