Excursión a la Reserva de la Biosfera de Sian Ka'an

(25 / 8 / 2005)

 

 

Por: Miquel À. Pérez-De-Gregorio i Capella

 

 

Imagen de los maravillosos fondos del arrecife maya, en Sian Ka'an

 

El jueves realizamos la excursión en que yo tenía puesta toda la ilusión, desde hacía años. Como os comentaba, la gran mayoría de gente acude a Riviera Maya a la búsqueda de Sol, playa y diversión, pero en esta zona del Mundo, se extiende el 2º arrecife más grande del Planeta. La visita la realizamos de la mano de Infocenter, en una mini-van, en donde íbamos los 8 miembros del grupo, más un conductor y un guía. El viaje se hace muy duro, ya que la pista de tierra está sembrada de baches, pero la hora y 1/2 larga que se tarda de Tulum a Punta Allen, recibe su compensación al penetrar en un espacio prácticamente vírgen, en donde las playas, los manglares y la selva, se abren a un mar de un color turquesa indescriptible.

Sian Ka'an, cuyo antiguo nombre en maya significa "Regalo del cielo" o "Donde el cielo se inicia" fue declararado Parque Nacional en 1986 y decretada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO un año mas tarde. Ubicada en la porción geológicamente más joven de la Península, la Reserva de Sian Ka’an está formada por rocas calizas cubiertas de suelos poco profundos. El ligero desnivel que tiene el terreno en esta parte es la causa de que las corrientes de agua fluyan hacia el mar, formando una serie de ambientes con diferentes grados de inundación y salinidad sobre los que crece una alta diversidad de comunidades vegetales distribuidas en un complejo mosaico. Selvas tropicales medianas en la zona de mayor elevación, selvas bajas, selvas inundables, marismas, manglares y dunas costeras.

En las selvas abunda el chechén negro (Metopium brownei), el chicozapote o árbol del chicle (Manilkara zapota), la palma chit (Thrinax radiata), el tzalam (Lysinoma latisiqua) y el chaká (Bursera simarouba). En las partes inundadas, en donde destacan los llamados "petenes" –manchones de selva que crecen sobre islotes de suelo de mayor elevación-, domina el palo de tinte (Haematoxilon campechianum). En ellas viven todavía tapires (Tapirus bairdii), jabalíes de collar (Tayassu tajacu) y jaguares (Panthera onca).

En los extensos manglares anidan diferentes poblaciones de aves, como la fragata (Fregata magnificens), el ibis blanco (Eudocimus albus), la espátula rosada (Ajaia ajaja) y el jabirú (Jabiru mycteria) el ave más grande de América, que en México se encuentra en peligro de extinción. A las costas llegan año con año cientos de tortugas a desovar, y en las aguas costeras sobrevive el manatí (Trichechus manatus), al que Cristóbal Colón confundió con sirena en pleno Mar Caribe. Hasta la fecha se han registrado 800 especies de plantas, 339 de aves, 103 de mamíferos y una gran variedad de insectos –baste mencionar que en Sian Ka’an se conoce 90 especies distintas de abejas nativas.

Un gran sistema arrecifal se extiende bordeando la costa. Corales duros, algas calcáreas, esponjas y tubos de gusanos poliquetos, conforman este ecosistema, considerado como la comunidad marina que concentra la mayor variedad de organismos. Su diversidad biológica equivale a la de las selvas tropicales siempreverdes. Su elevada productividad se debe a la gran cantidad de energía solar que penetra las transparentes aguas y que, gracias a las algas, contenidas dentro de los corales, es transferida muy rápidamente a todos los eslabones de la cadena alimenticia, hasta llegar a los peces, que en este universo de oquedades, túneles y cuevas, encuentran refugio y alimento.

Entre la barrera y la costa se forma una laguna de aguas someras, escaso oleaje y fondo arenoso tapizado por praderas de pastos marinos del género Thalassia, en donde vive el caracol rosado (Strombus gigas) y se refugian tres distintas especies de langosta. De ellas la langosta del Caribe (Panulirus argus) es explotada comercialmente. Los pescadores de Punta Allen, un pequeño poblado que se encuentra al centro de la Reserva, usan un peculiar arte de pesca para atraparlas, ya que fabrican una especie de refugio artificial en el fondo de las bahías, para que las langostas se escondan. Este sistema de pesca, conocido como "casitas", permite a cada pescador tener su "parcela" y "cosechar" aquellos individuos de tamaño comercial que ahí se alojen.

En Sian Ka’an quedan testimonios de la época maya. Después de un largo abandono, piratas y corsarios hicieron de sus bahías remansos de tranquilidad donde se retiraban a contar los doblones hurtados. El presente siglo vio renacer su actividad portuaria y las vías del tren se abrieron paso entre sus selvas. La extracción del chicle constituyó la actividad principal durante algunas décadas, junto con la copra y la pesca. Hoy día el turismo se perfila como la actividad preponderante.

Veamos unas imágenes del "paraiso":

 

Imagen de la laguna interior

 

Ya subidos a nuestras lanchas, en la playa de Punta Allen, una pequeña población pesquera

 

La primera parada fue en la llamada "piscina natural", sencillamente irresistible.

Miquel y Oriol se lo pasaron pipa !

 

La segunda etapa fue el avistaje de delfines salvajes.

No siempre es factible, pero esta vez hubo suerte !

 

Una pareja de delfines de hocico de botella

 

Un detalle de uno de los ejemplares

 

Lo siguiente fue harto difícil: las tortugas marinas. Primero divisarlas y después intentar fotografiarlas durante los escasos segundos en que sacan la cabeza para respirar.

 

Un nido de pelícanos en la Isla de los Pájaros (Pelecanus occidentalis)

 

Una fragata (Fregata magnificens).

Vimos un ejemplar robándole una morena a un cormorán. ¡ Increíble !

 

Un grupo de alcatraces marrones (Sula leucogaster)

 

Tras visitar brevemente la Isla de los Pájaros, nos dirijimos al plato fuerte del día: el snorkeling en el arrecife maya. La única frustación es que, obligatoriamente, hay que usar chaleco salvavidas, lo que prácticamente te impide la sumersión. A pesar de ello, realicé buenas tomas. Aquí va un pequeño ejemplo:

Corales de fuego, corales blandos y gorgonias

 

Un nutrido banco de peces grises, y un par de cirujanos azul claro inflitrados

 

Una dorada tropical

 

Un precioso pez papagayo

 

De regreso a Punta Allen, para la comida, nos encontramos con unos pescadores:

Un precioso ejemplar de mero

 

La mano de Anna sostiene una langosta

 

Ya en Punta Allen, en un improvisado y sencillo comedor, nos dispusimos a degustar la comida: pollo o pescado. Algunos comieron langosta, y otros sólo la sujetaron...

Oriol sujetando una langosta caribeña (Panulirus argus)

 

Tras la comida, un último vistazo a la bahía de Punta Allen, antes de que llegue la tormenta !

 

INDICE

INTRODUCCIÓN

EL HOTEL

 

 

 


Salvo que se diga otra cosa, todas las fotos de este reportaje han sido realizadas por mi con una cámara Nikon coolpix 8800. Las fotos submarinas fueron realizadas con la ayuda de una carcasa Fantasea Line Sport y una cámara Nikon coolpix 4300.

Cualquier sugerencia será bienvenida a mycena@telefonica.net